martes, noviembre 07, 2006

Algunas veces, como este fin de semana, las cosas se conjugan mágicamente para crear la imagen perfecta. Hay algo que hace que lo que en un momento son algunas luces, una cámara, un piso con paredes y techo, algo de utilería y algunas personas a ambos lados de la cámara, se organicen sin que lo note y me regalen la belleza hecha beso en unos labios que se suponen fríos (pero no lo están, porque tienen tanta vida como las flores, como los nenes, como el aire y los gritos de "sacame ese calco!" o "silencio por favor!").
Muchas veces está la pregunta, el por qué de todo, de dormir salteado, de correr con poco sentido; pocas veces está la posible respuesta, mucho más silenciosa pero imposible de ignorar en su hermosa grandeza. Es un instante. Un cuadro. Una anciana que mueve lentamente su mano, posa sus dulces labios en una boca maquillada. Dos nenes, tienen las manos entrelazadas y les es difícil mantenerse quietos con los trajes tan incómodos, tan poco ellos. Algunas flores. Y es la imagen más luminosa que vi en mucho tiempo; no soy la única que lo nota, se ve en las miradas que se cruzan y se sonríen colmadas de perfección en forma de beso.

Y estoy feliz porque este fin de semana encontré más de una respuesta. Una mariposa en un dedo, una mano que busca un teléfono; y todo lo que no fue grabado, un departamento en San Isidro, una cocina en Matínez, la caja de una camioneta de noche, desayunos con ojos hinchados y muchos comentarios de "no sé cómo hacen los que trabajan en la misma oficina durante años".

Más de una respuesta, la mayoría compartida. Porque nunca sabemos dónde ni cómo vamos a terminar el día, mucho menos a qué hora; por eso elegimos esto, no dormir, quemarse sólo el costado izquierdo del cuello porque la cámara está en ese lugar y el sol en ese otro, mover pianos, quemarse los dedos, redescubrir la belleza en el interior de un cuadro y en las miradas dentro de una habitación.

1 comentario:

andres alberto dijo...

pasé de pornto, preparaba u cueto para darle mi alumna de mañana, sabado, y me acordaba de 9 de julio, de masliah. el libro lo presté a vaya saber quién, y te encontré en el google.

así que nos cruzamos de casualidad, y me gusto tu blog.
vi unpoquitoo de ahora y un poquito del 2005, cuando pusiste ese cuento.
y sentí de pronto muchas afinidades porque sos de almagro que para mi almagro= fabian casas = alto poeta y porque pusiste una foto y dijiste que extrañabas el rio.
bueno, eso nomás.
gracias por.