viernes, febrero 18, 2005

Y ahora quién podrá ayudarnos??... Pero si es Sergio Denis!!!

Atardecer/noche en Costanera Sur con Nereidas vidriadas y puestos de choripanes como luciérnagas ahumadas. Y un señor de sombrero canta. Primero es un Cacho Castaña no tan ronco como el original, pero el inconfundible "ojalá que no puedas hacerle el amor cuando duermas con ella". Hay un hit del verano del '95, o que al menos merecería serlo. Y un "grande, chiquito, cómo te quiero hijo mío". Siiiiiiií, el señor Sergio Denis, antes del traje rojo y las antenas, cuando en casa había un casete de él, con su foto en la tapa, camisa blanca arremangada. Está lindo, hay viento, después de un día en el trabajo con el aire acondicionado roto; escuchaba ese casete después de uno de Serrat, y antes del de Saltimbanquis, y Las Trillizas de oro; también Parchís, y creo que yo con ocho años acampando el fin de semana en el patio de casa, en una carpa enorme, era mi departamento de soltera, por la ventana que daba al patio sacaba el grabador y cantaba (sin salir de la carpa) "grande, chiquito", pero también, y principalmente, "sobre un vidrio mojado escribí tu nombre sin darme cuenta, y mis ojos brillaron igual que ese vidrio pensando en ella", y "estaba yo tan tranquilo mirando el mar, ella me hizo sombra...". La pasión que le ponía a las canciones de Sergio Denis era la misma, tan real e incomprensible, con la que cantaba "tu nombre me sabe a yerba, de la que nace en el valle, a golpes de sol y de agua". Siempre terminaba con la representación completa del musical de los Saltimbanquis, sus protagonistas: un burro sabio, gallina, gata, perro. Hay ladrones de por medio. Hay amistad y "todos juntos somos fuertes, somos flecha y somos arco, todos en el mismo barco ya no hay nada que perder. A mi lado hay un amigo que es preciso proteger". Yo era cualquiera de los cuatro, todos a la vez, con mi voz que intentaba alternar entre el ladrido y el cacareo.
Me gustan mis momentos retro, como este, como estos días que muero de ganas de comprarme un tocadiscos, como el del Club de la Serpiente, oir a Ella Fitzgerald y al Polaco en sus presentaciones originales.

2 comentarios:

aLdY dijo...

Momentos retro que regalan pasión... genial.

Y me parece que eso de costanera me resulta conocido...

Anónimo dijo...

"tu nombre me sabe a yerba, de la que nace en el valle, a golpes de sol y de agua", tal como Serrat. Soberbio. A mi también de chico me asaltaron las tardes de sábados soleados estas palabras conocidas y a la vez incomprensibles. Creciendo despues fui armando el rompecabezas del conocimiento. Y todo para darme cuenta de que Serrat era eso: un rompe cabezas -dos palabras, separadas-.